Por
Adrián Gargicevich
¿Qué
aprendiste de tu última tarea como extensionista?... ¿Te lo preguntaste?...
¿Tienes algunas respuestas? La “cultura del producto” nos rodea y nos impulsa
a valorar nuestra tarea en base a resultados olvidándonos muchas veces de los “procesos”. Cuando nos pasa esto,
perdemos la posibilidad de aprender de la experiencia vivida y mejorar nuestro
desempeño. Si es tu caso, te invito a hacer una pausa y olvidarte por un
instante de la exigencia de obtener un producto para conocer y dominar la “máquina
de cosechar aprendizajes”… con ella podrás recuperara aquello que muchas veces nos pasa
desapercibido, mejorando tu desempaño y el de tu equipo.
5 pasos para recuperar aprendizajes en la tarea de extensión https://redextensionrural.blogspot.com/2018/02/5-pasos-para-recuperar-aprendizajes-en.html |
Como agentes promotores del cambio y la
innovación, los extensionistas muchas veces nos olvidamos que a nosotros
también nos caben. Estamos centrados en la tarea, en los objetivos, en colectar
la información necesaria, en reunir a los interesados, organizar, etc. y nos
olvidamos de “predicar con el ejemplo”.
Uno de los caminos para desandar esta falencia es recuperar los aprendizajes de la tarea y construir con estos, nuevas
estrategias de desempeño profesional.
El aprendizaje es el proceso a través del
cual se modifican y adquieren habilidades, destrezas, conocimientos, conductas
o valores como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el
razonamiento y la observación. Mediante el aprendizaje podemos lograr el
conocimiento (…”acción efectiva en el
dominio de mi existencia”… H. Maturana), y mediante el conocimiento,
accionar. Pero tengamos en cuenta que el aprendizaje es un proceso, no “un
evento”. Requiere tiempo, práctica y esfuerzo. La práctica deliberada con
retroalimentación constructiva es la clave para el éxito a largo plazo. Con una
conferencia de una hora, no se puede esperar aprender mucho.
Poner en “juego” la trilogía
aprendizaje-conocimiento-acción luego de nuestras actividades de extensión,
debería formar parte de nuestra rutina profesional. Nuestra tarea no termina
con la despedida y el saludo del último participante. Allí debería comenzar
“nuestro cambio”. Por eso, con la idea de facilitar esta tarea, inventamos la "máquina de cosechar aprendizajes”, una
analogía para organizar el proceso de recuperar lecciones aprendidas, que nos
permitan nuestro propio cambio profesional.
Una lección aprendida
es en definitiva una experiencia o resultado de un curso de acción particular,
ya sea positivo o negativo, que es lo suficientemente importante como para ser
comunicado por su potencial impacto para una persona u organización. La
experiencia puede ser positiva o negativa. Tanto los éxitos y como los fracasos
son fuentes de lecciones aprendidas. Una lección aprendida podrá luego
transformarse en una recomendación, con la cual otros
puedan aprender para mejorar su desempeño, y tomar acciones de cambio en el comportamiento
personal u operativo.
Identificar una lección no es los mismo que aprenderla. Para que
sea una lección aprendida debe transformar nuestro desempeño. Si no lo logra
solo habremos identificado la lección.
Los 5 pasos en el proceso para conseguir aprender una lección
son:
1. Reflexionar sobre
la experiencia. Pensar (y discutir en equipo) sobre lo qué pasó. Este
proceso nos permite pensar detenidamente en algo con la finalidad de sacar
conclusiones.
2. Identificar puntos
de aprendizaje. Algunas preguntas que nos permiten identificar esos puntos
son: ¿Dónde hubo una diferencia entre lo que se planificó y lo que realmente
sucedió? ¿Esa diferencia fue positiva o negativa en el proceso?
3. Analizar. ¿Por qué hubo esa
diferencia? ¿Cuáles fueron las causas? Para el análisis podemos echar
manos de la herramienta “árbol de causa-efectos” partiendo de una definición operativa
del problema
4. Generalizar. ¿Cuál es el punto o tema de
aprendizaje? ¿Qué se debería hacer en la futura actividad para evitar el
fracaso o repetir el éxito? Con esta etapa, lograríamos una “lección identificada”. La misma será
una lección útil, si otros pueden aprender de ella. Para que otros puedan
aprender de ella, debe ser instructiva.
5. Actuar. Para que una “lección identificada” se
convierta en una “lección aprendida” faltará el último paso: debemos acompañarla
con una acción Se debe cambiar un documento, un procedimiento, una
política, una estructura, un presupuesto o una orden. Luego el cambio deberá
también ser comunicado, así las prácticas de trabajo podrán modificarse como
resultado. Si nada cambia, nada se habrá aprendido.
Recordemos nuevamente que el aprendizaje es
un proceso, no “un evento”. Requiere tiempo, práctica y esfuerzo. En la medida
que luego de cada acción de extensión asignemos el tiempo suficiente, y que
dominemos el funcionamiento de la máquina
de cosechar aprendizajes, la práctica deliberada con retroalimentación
constructiva se convertirá en la clave para el cambio permanente de nuestras
habilidades como extensionistas.
Bibliografía
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necesito más sobre este tema para mejor mucho más por favor
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