Por Adrián Gargicevich
Como en el cuento de Eduardo
Galeano “Un mar de fueguitos”, las expectativas de los participantes en los
proyectos son en extremo esenciales, pero multiformes y evolutivas. Reconocerlas
debería ser una tarea ineludible para entender las posibilidades de éxito de
los proyectos grupales. Aquí te ofrecemos una herramienta que puede ayudarte a
identificar las formas y la evolución de las expectativas, para ayudar a lograr
las transformaciones que los proyectos grupales proponen.
Las expectativas como condicionantes de la tarea de extensión https://redextensionrural.blogspot.com/2019/07/las-expectativas-como-condicionantes-de.html |
Las
expectativas que las personas ponemos en los proyectos en los que nos
involucramos son construcciones sociales personales que están más allá de lo
que se puede ver. La mayoría de las veces operan “desde las sombras” pero
definen muchas de nuestras decisiones. Adquieren múltiples formas. Son variables
de naturaleza cognitiva que sugieren la idea de anticipación. Poder identificarlas
en los proyectos participativos, resultará fundamental para explicar y predecir
el comportamiento de la dinámica social del grupo, y también para entender el
motivo de nuestros estados de ánimos.
Las expectativas suelen estar
asociadas a la posibilidad razonable de que algo suceda. Para que sea
expectativa, tiene que tener algo que las sustente, una suposición más o menos
realista, de lo contrario serían simples “esperanzas” basadas en la fe.
Generalmente las expectativas aparecen como una variable social operativa en
situaciones de incertidumbre, cuando aún no está confirmado lo que sucederá. Y
cuando no se cumplen, pueden generar decepciones.
La sola descripción que acabamos
de hacer, nos permite entender el rol
central que tienen las expectativas
en los procesos grupales y participativos que usamos muchas veces en la tarea
de desarrollo. En la medida que los proyectos no se alinean con las
expectativas de los participantes, el éxito de los mismos entrará en zona de
riesgo. Conocer y evaluar recurrentemente las expectativas de los participantes
en los proyectos es una manera de asegurar el
éxito y la participación
activa.
¿Y a qué viene eso de “un mar de
fueguitos” que mencionamos al principio? La idea de este texto fue disparada
por mi participación como asesor invitado en un proyecto donde un conjunto de
profesionales de la agronomía vienen explorando, desde hace varios años, la
mejor forma de definir indicadores que les permitan medir la sostenibilidad de
un tipo particular de sistemas de producción. A poco de escuchar los procesos
que ellos vivieron y el avance del proyecto, surgieron de manera muy evidente
las diversidades de expectativas que habitaban entre los integrantes. Nadie
parecía estar atento a que esas “diversidades” estaban complicando las
decisiones que ese día tenían que tomar para el proyecto. En ese momento recordé
el cuento de Eduardo Galeano “Un mar de fueguitos”…y pensé que en cada
participante “brillaba de manera diferente la expectativa” en relación con el objetivo
y el estado de avance del proyecto. Para mi resultaba evidente que esa
situación se convertía en una limitante necesaria de ser abordada.
Para comprender mejor lo que
intento trasmitir, te invito a hacer una pausa para escuchar el cuento y volver
a conectarnos, desde la analogía, con la propuesta de este tema.
Enlace al video: https://www.youtube.com/watch?v=DaU1Pv4u1ws&feature=youtu.be
Como en el cuento de Galeano, resultaba
evidente que “el brillo” de las expectativas de los participantes caracterizaba
el proceso vivido desde sus orígenes en el proyecto, y también lo que pasaba
ese día. Había integrantes que brillaban con más fuerza, otros con luz tibia, y
algunos estaban casi apagados. Yo también tenía mis expectativas. Resultaba evidente
para mí la importancia de un análisis en tal sentido…pero también era claro que
la atención solo se concentraba en los aspectos técnicos y metodológicos para el
análisis de la sostenibilidad. Como si las personas que lo debían llevar a cabo
no importaran, no fueran un aspecto central a considerar. Las “expectativas” no
eran una variable de análisis, pero allí estaban, “jugando el partido” y
parecían ser las “dueñas de la pelota”…aunque no se las reconociera. Así fue
que me pregunté: ¿Estamos acostumbrados a evaluar las expectativas en los
proyectos? ¿Sabemos cómo hacerlo?
Gracias a la analogía, surgió
entonces la necesidad de encontrar una “escalera” que nos permita “subir” para poder contemplar desde allí “los fueguitos”: las expectativas de los
participantes en los proyectos. Aquí va una opción metodológica que nos puede
ayudar a contemplar las expectativas para tomar las mejores decisiones que
potencien la participación de los actores en los proyectos. Si hasta ahora no
estabas acostumbrado a entender las expectativas para aprovecharlas, te invito
a creer que es el momento de comenzar a intentarlo.
EXPECTATIVÓMETRO: herramienta para evaluar expectativas
En principio debemos conocer y
aceptar que las expectativas no son elementos “fijos ni uniformes”, y
que varían con el tiempo y con el entorno. Por ello, si queremos valernos
del análisis de las expectativas de los participantes, para potenciar el
proceso de desarrollo, será central poder operar el diagnóstico al menos en 3
momentos: Antes – Durante – Después de las actividades del proyecto. Solo así
tendremos elementos de juicio para torcer el timón del proyecto a tiempo.
En segundo lugar hay que saber
que las expectativas en un proyecto de desarrollo, no solo son de índole
“personales”, también tenemos expectativas de orden “grupal”. La relación entre
ambas también variará en función del tiempo y del entorno. Por todo esto la
tarea de monitorearlas, si bien no es simple, requiere de una decisión
razonada, tanto por el esfuerzo como especialmente por la necesidad de estar
dispuestos a aceptar los cambios que estas nos indiquen.
Para estimar las expectativas
proponemos una herramienta muy simple, que no servirá para hacer “ciencia”,
sino para “apreciar” el proceso y poder tomar decisiones. Se trata de EL EXPECTATIVÓMETRO,
nombre poco ingenioso, pero te aseguro muy movilizador.
Es una simple hoja grande
(papelógrafo, o papel afiche) visible a todos los integrantes de grupo, con una
línea central conteniendo una escala de 0 a 100 que expresa porcentaje. En el
mismo, los integrantes del proyecto pueden pegar papeles engomados de colores (Pots.it) en repuesta a las consignas que
iremos dando. A modo de ejemplo te dejo un diseño.
|
El EXPECTATIVÓMETRO es ideal para
usar en las reuniones presenciales del proyecto como herramienta participativa
y apreciativa. Para su uso, en cada situación y momento, habrá que diseñar una
consigna específica. A modo de
sugerencia damos a continuación una matriz de situaciones a considerar al momento
de diseñar la consigna.
Matriz de situaciones a
considerar para diseñar la consigna de uso del EXPECTATIVÓMETRO
Momento de uso en el desarrollo del proyecto
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Tipo
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Antes
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Durante
|
Después
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Personales
|
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Grupales
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El texto de las consignas que sirva
para el uso del EXPECTATIVÓMETRO deberá ajustarse al momento y tipo según la
situación. Si lo consideran pertinente, se pueden diseñar varias consignas para
un uso secuenciado. A modo de ejemplo, una consigna para caracterizar cual es
la expectativa personal de los participantes, antes del comienzo del proyecto
podría ser: “De 1 a 100. ¿Cuánto cree Ud.
que el proyecto se ajustará con sus propias expectativas de resolución del tema
que se aborda?” Como existe una infinita diversidad de opciones de
aplicación de esta herramienta, es adecuado dejar en manos de los gestores de
cada proyecto la redacción de cada consigna. Recuerde que es muy importante
ajustar el estilo de la redacción según las variables de la matriz.
Presentada la consigna al grupo,
los participantes deberán pegar un Pots-It en la escala de 1 a 100 dentro de la
lámina, reflejando su visión respecto del ajuste entre las expectativas y los
productos o efectos del proyecto.
Lo más rico del proceso será el análisis
de los resultados. La imagen permitirá descubrir en las “nubes” de papeles las percepciones. La tarea obligada será
consultar para interpretar el “por qué de cada posición”. Este será el dato
apreciativo central que nos dará las pistas básicas, obligándonos a revisar lo
actuado o por actuar.
En los procesos participativos,
el ajuste de las expectativas de los integrantes para con el proyecto, afectará
la participación. Los desenlaces pueden ser diversos. Recordemos también que el contexto estará
jugando una carta importante en el resultado. Aquí van algunos resultados a
modo de ejemplo.
Contexto
|
Expectativa
|
Reacción
|
Positiva
|
No se cumple
|
Decepción
|
Positiva
|
Es superada
|
Alegría
|
Negativa
|
No se cumple
|
Alivio
|
Negativa
|
Es superada
|
Ira
|
Si somos capaces de diseñar y/o
readaptar los proyectos orientándolos a satisfacer las expectativas de los
integrantes, la participación y el involucramiento se incrementarán.
Recuerda que aunque no las
consideremos, las expectativas siempre estarán juntas a nosotros, reflejando nuestras
historias de vida, nuestras emociones, pero mutando según el entorno y el momento porque son multiformes y
evolutivas. Las expectativas tienen mucho poder, y para que ese poder no sea
considerado ni “mágico” ni “místico”, debemos prestar atención a los recursos
que movilizamos para que nos ayuden a lograr nuestras metas.
Si aceptamos que las expectativas
deben “jugar” a nuestro favor, debemos estar dispuestos a asumir el desafío de
ser capaces de reestructurar los diseños de los proyecto… “abrirle el juego a
las expectativas para que entren a la cancha”
Bibliografía consultada
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