Páginas

viernes, 12 de julio de 2019

Las expectativas como condicionantes de la tarea de extensión


Por Adrián Gargicevich

Como en el cuento de Eduardo Galeano “Un mar de fueguitos”, las expectativas de los participantes en los proyectos son en extremo esenciales, pero multiformes y evolutivas. Reconocerlas debería ser una tarea ineludible para entender las posibilidades de éxito de los proyectos grupales. Aquí te ofrecemos una herramienta que puede ayudarte a identificar las formas y la evolución de las expectativas, para ayudar a lograr las transformaciones que los proyectos grupales proponen.    

Las expectativas como condicionantes de la tarea de extensión
https://redextensionrural.blogspot.com/2019/07/las-expectativas-como-condicionantes-de.html


Las expectativas que las personas ponemos en los proyectos en los que nos involucramos son construcciones sociales personales que están más allá de lo que se puede ver. La mayoría de las veces operan “desde las sombras” pero definen muchas de nuestras decisiones. Adquieren múltiples formas. Son variables de naturaleza cognitiva que sugieren la idea de anticipación. Poder identificarlas en los proyectos participativos, resultará fundamental para explicar y predecir el comportamiento de la dinámica social del grupo, y también para entender el motivo de nuestros estados de ánimos. 

Las expectativas suelen estar asociadas a la posibilidad razonable de que algo suceda. Para que sea expectativa, tiene que tener algo que las sustente, una suposición más o menos realista, de lo contrario serían simples “esperanzas” basadas en la fe. Generalmente las expectativas aparecen como una variable social operativa en situaciones de incertidumbre, cuando aún no está confirmado lo que sucederá. Y cuando no se cumplen, pueden generar decepciones.

La sola descripción que acabamos de hacer, nos permite entender el rol central que tienen las  expectativas en los procesos grupales y participativos que usamos muchas veces en la tarea de desarrollo. En la medida que los proyectos no se alinean con las expectativas de los participantes, el éxito de los mismos entrará en zona de riesgo. Conocer y evaluar recurrentemente las expectativas de los participantes en los proyectos es una manera de asegurar el  éxito y la participación activa.

¿Y a qué viene eso de “un mar de fueguitos” que mencionamos al principio? La idea de este texto fue disparada por mi participación como asesor invitado en un proyecto donde un conjunto de profesionales de la agronomía vienen explorando, desde hace varios años, la mejor forma de definir indicadores que les permitan medir la sostenibilidad de un tipo particular de sistemas de producción. A poco de escuchar los procesos que ellos vivieron y el avance del proyecto, surgieron de manera muy evidente las diversidades de expectativas que habitaban entre los integrantes. Nadie parecía estar atento a que esas “diversidades” estaban complicando las decisiones que ese día tenían que tomar para el proyecto. En ese momento recordé el cuento de Eduardo Galeano “Un mar de fueguitos”…y pensé que en cada participante “brillaba de manera diferente la expectativa” en relación con el objetivo y el estado de avance del proyecto. Para mi resultaba evidente que esa situación se convertía en una limitante necesaria de ser abordada.

Para comprender mejor lo que intento trasmitir, te invito a hacer una pausa para escuchar el cuento y volver a conectarnos, desde la analogía, con la propuesta de este tema.





Como en el cuento de Galeano, resultaba evidente que “el brillo” de las expectativas de los participantes caracterizaba el proceso vivido desde sus orígenes en el proyecto, y también lo que pasaba ese día. Había integrantes que brillaban con más fuerza, otros con luz tibia, y algunos estaban casi apagados. Yo también tenía mis expectativas. Resultaba evidente para mí la importancia de un análisis en tal sentido…pero también era claro que la atención solo se concentraba en los aspectos técnicos y metodológicos para el análisis de la sostenibilidad. Como si las personas que lo debían llevar a cabo no importaran, no fueran un aspecto central a considerar. Las “expectativas” no eran una variable de análisis, pero allí estaban, “jugando el partido” y parecían ser las “dueñas de la pelota”…aunque no se las reconociera. Así fue que me pregunté: ¿Estamos acostumbrados a evaluar las expectativas en los proyectos? ¿Sabemos cómo hacerlo?

Gracias a la analogía, surgió entonces la necesidad de encontrar una “escalera” que nos permita  “subir” para poder contemplar desde allí  “los fueguitos”: las expectativas de los participantes en los proyectos. Aquí va una opción metodológica que nos puede ayudar a contemplar las expectativas para tomar las mejores decisiones que potencien la participación de los actores en los proyectos. Si hasta ahora no estabas acostumbrado a entender las expectativas para aprovecharlas, te invito a creer que es el momento de comenzar a intentarlo.

EXPECTATIVÓMETRO: herramienta para evaluar expectativas

En principio debemos conocer y aceptar que las expectativas no son elementos “fijos ni uniformes”, y que varían con el tiempo y con el entorno. Por ello, si queremos valernos del análisis de las expectativas de los participantes, para potenciar el proceso de desarrollo, será central poder operar el diagnóstico al menos en 3 momentos: Antes – Durante – Después de las actividades del proyecto. Solo así tendremos elementos de juicio para torcer el timón del proyecto a tiempo.

En segundo lugar hay que saber que las expectativas en un proyecto de desarrollo, no solo son de índole “personales”, también tenemos expectativas de orden “grupal”. La relación entre ambas también variará en función del tiempo y del entorno. Por todo esto la tarea de monitorearlas, si bien no es simple, requiere de una decisión razonada, tanto por el esfuerzo como especialmente por la necesidad de estar dispuestos a aceptar los cambios que estas nos indiquen.

Para estimar las expectativas proponemos una herramienta muy simple, que no servirá para hacer “ciencia”, sino para “apreciar” el proceso y poder tomar decisiones. Se trata de EL EXPECTATIVÓMETRO, nombre poco ingenioso, pero te aseguro muy movilizador.

Es una simple hoja grande (papelógrafo, o papel afiche) visible a todos los integrantes de grupo, con una línea central conteniendo una escala de 0 a 100 que expresa porcentaje. En el mismo, los integrantes del proyecto pueden pegar papeles engomados de colores  (Pots.it) en repuesta a las consignas que iremos dando. A modo de ejemplo te dejo un diseño.

Las expectativas como condicionantes de la tarea de extensión
https://redextensionrural.blogspot.com/2019/07/las-expectativas-como-condicionantes-de.html


El EXPECTATIVÓMETRO es ideal para usar en las reuniones presenciales del proyecto como herramienta participativa y apreciativa. Para su uso, en cada situación y momento, habrá que diseñar una consigna específica.  A modo de sugerencia damos a continuación una matriz de situaciones a considerar al momento de diseñar la consigna.


Matriz de situaciones a considerar para diseñar la consigna de uso del EXPECTATIVÓMETRO

Momento de uso en el desarrollo del proyecto
Tipo
Antes
Durante
Después
Personales



Grupales




El texto de las consignas que sirva para el uso del EXPECTATIVÓMETRO deberá ajustarse al momento y tipo según la situación. Si lo consideran pertinente, se pueden diseñar varias consignas para un uso secuenciado. A modo de ejemplo, una consigna para caracterizar cual es la expectativa personal de los participantes, antes del comienzo del proyecto podría ser: “De 1 a 100. ¿Cuánto cree Ud. que el proyecto se ajustará con sus propias expectativas de resolución del tema que se aborda?” Como existe una infinita diversidad de opciones de aplicación de esta herramienta, es adecuado dejar en manos de los gestores de cada proyecto la redacción de cada consigna. Recuerde que es muy importante ajustar el estilo de la redacción según las variables de la matriz. 

Presentada la consigna al grupo, los participantes deberán pegar un Pots-It en la escala de 1 a 100 dentro de la lámina, reflejando su visión respecto del ajuste entre las expectativas y los productos o efectos del proyecto.

Lo más rico del proceso será el análisis de los resultados. La imagen permitirá descubrir en las  “nubes” de papeles  las percepciones. La tarea obligada será consultar para interpretar el “por qué de cada posición”. Este será el dato apreciativo central que nos dará las pistas básicas, obligándonos a revisar lo actuado o por actuar.

En los procesos participativos, el ajuste de las expectativas de los integrantes para con el proyecto, afectará la participación. Los desenlaces pueden ser diversos.  Recordemos también que el contexto estará jugando una carta importante en el resultado. Aquí van algunos resultados a modo de ejemplo.

Contexto
Expectativa
Reacción
Positiva
No se cumple
Decepción
Positiva
Es superada
Alegría
Negativa
No se cumple
Alivio
Negativa
Es superada
Ira

Si somos capaces de diseñar y/o readaptar los proyectos orientándolos a satisfacer las expectativas de los integrantes, la participación y el involucramiento se incrementarán.

Recuerda que aunque no las consideremos, las expectativas siempre estarán juntas a nosotros, reflejando nuestras historias de vida, nuestras emociones, pero mutando según el  entorno y el momento porque son multiformes y evolutivas. Las expectativas tienen mucho poder, y para que ese poder no sea considerado ni “mágico” ni “místico”, debemos prestar atención a los recursos que movilizamos para que nos ayuden a lograr nuestras metas.

Si aceptamos que las expectativas deben “jugar” a nuestro favor, debemos estar dispuestos a asumir el desafío de ser capaces de reestructurar los diseños de los proyecto… “abrirle el juego a las expectativas para que entren a la cancha”

Bibliografía consultada


Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario