Páginas

lunes, 14 de junio de 2021

6 Cambios de enfoque organizacional para que las innovaciones aporten al desarrollo

Por Adrián Gargicevich

La capacidad de cambio depende en parte del entorno, pero también de las destrezas que adquirimos con el tiempo. No siempre somos conscientes que podemos aprovechar diferentes modos para adiestrar nuestra capacidad de impulsar cambios. ¿Qué nivel de riesgo admite el modo que usas frente al cambio? En este texto encontrarás 3 modos para enfrentar 6 cambios esenciales que toda organización debería impulsar si desea apoyar innovaciones desde la perspectiva de desarrollo.      

https://redextensionrural.blogspot.com/2021/06/6-cambios-de-enfoque-organizacional.html

 

¿Cómo aprenden las organizaciones?

La capacidad de cambio, ya sea personal o colectiva, está condicionada por las destrezas que tengamos para lograrlas, pero también por el entorno o “contexto” que se presente al momento que queramos realizar la modificación. Ese contexto tiene al menos dos “caras” o dimensiones que actuarán sobre el resultado y que debemos conocer si queremos mejorar nuestra atribución en dicho cambio.

Por un lado están las cuestiones que no podemos modificar, aquellas que no están bajo nuestro alcance, que nos condicionan, nos limitan. A modo de ejemplo no podremos cambiar el clima o las condiciones del mercado. Ellas actuarán como condicionantes, si bien no podremos modificarlas, necesitaremos ser capaces de identificarlas para poder operar bajo sus restricciones. Suelen ser el “objeto” de excusas para justificar el statu quo en las organizaciones. Cuando identifiques esta situación en una organización, habrás encontrado un punto de quiebre que, si estás dispuesto a ayudar a saltarlo, requerirás del pensamiento crítico como estrategia y de la predisposición para emprender un “viaje” incómodo y emocionalmente intenso.     

Pero también hay otro grupo de entornos que definirán la capacidad de cambio y que, aunque no siempre nos resulten visibles, son producto de nuestro devenir y por lo tanto más fáciles de reconocer para reconstruir o dominar. Lo que hemos aprendido en nuestra historia de vida, nuestras experiencias, nuestros conocimientos, nos “liberarán” o nos "atraparán” para gestar los cambios buscados.

Este segundo entorno, histórico y personal, a su vez puede condicionar nuestro comportamiento ante situaciones de cambio en función del modo en que opere. Veamos entonces 3 de sus modos de operación. Por un lado puede operar en nosotros bajo el modo RESTRINGIDO, esto ocurre cuando nuestra capacidad de cambio es condicionada por aquellas cuestiones o tópicos que encajan con nuestras expectativas y experiencias anteriores que resultaron certeras. Bajo este modo somos propensos solo a aceptar aquellos cambios que generan un resultado conocido o experimentado con anterioridad; cambios que nos otorguen certezas con escaso margen de incertidumbres. Este es un modo poco afecto a la exploración de lo desconocido.

Otra forma bajo la cual suele operar nuestro entorno histórico/personal, es en el modo AMPLIO. Bajo este modo somos capaces de aventurarnos a escenarios imaginados diferentes pero siempre que dichos escenarios sean reconocibles. Este modo es más afecto a la exploración pero reconoce su límite en lo desconocido. Aquel cambio que no pueda reconocer como funcionará, será rechazado.

La tercera forma bajo la cual suele operar nuestro entorno histórico/personal frente a un cambio, es en el modo OCULTO. Este no está más allá de los imaginarios, sino que están a la sombra de los mismos. Están donde nuestra imaginación no los alcanza, quizás porque ella misma los oculta. Ocupan un lugar al que solo se puede acceder si nos permitimos liberarnos de las experiencias y arriesgarnos. Son modos de poco “uso” porque vienen asociados a la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, y están llenos de desafíos. Requieren de mucha energía para desplegarlos y no vienen con “seguro de efectividad”.       

Todas las organizaciones quieren cambios, pero también muchas rechazan los cambios que no pueden imaginar y sobre todo aquellos que no saben si pueden controlar. La mayoría de las organizaciones son propensas a experimentar dentro de los modos RESTRIGIDOS, y solo una minoría son capaces de animarse a explorar cambios bajo modos AMPLIOS. En ambos casos, casi siempre alentadas por los potenciales aprendizajes que les permitan adaptar u optimizar su accionar, y por la propia necesidad de evolucionar para sobrevivir a la par de los permanentes cambios del mundo y de la vida misma. Pero los modos OCULTOS generalmente son territorios rechazados por las organizaciones porque pueden implicar reemplazos de las estructuras actuales, cambios en las lógicas de poder que las conducen. Horizontes “revolucionarios” que dejan a todo lo instituido en zona de “riesgo”.

Muchas organizaciones tienden a visualizar la “adaptación” y la “evolución” solo como el resultado de la “experimentación”. Si no se prueba no se acepta. Porque si recurren a los modos OCULTOS como espacios para decidir cambios,  pueden llegar a sorprenderse por la superabundancia y el reemplazo, pueden sentirse abrumadas por el aprendizaje de su propia experimentación y paradójicamente pueden recurrir al control y el dominio para evitar ese resultado. 

Cambios de enfoques organizacionales. Hacia el apoyo de innovaciones para el desarrollo.

El desarrollo no se define por lo que una persona o territorio tiene sino por lo que puede hacer con eso. Las organizaciones que trabajan para impulsar innovaciones orientadas al desarrollo, ya sean formales o informales, duraderas o efímeras, necesitan focalizar su mirada y sus estrategias en las capacidades de los actores con los que trabajan.

Cuando las personas colaboramos para producir algo en conjunto ocurren en simultáneo dos procesos: a-    uno se relacióna con la “forma” usada para encontramos con las personas que tienen el mismo deseo; b-    el otro, se corresponde con la “estructura de relaciones” que establecemos para concretar ese deseo. En la gráfica que ilustra este texto se proponen al menos 6 cambios de enfoques para el diseño de estrategias que apoyen innovaciones para el desarrollo con la mirada puesta en los actores teniendo en cuenta estos 2 procesos.

Los cambios fueron elegidos a partir de una revisión crítica de ejemplos reales diseñados por organizaciones orientadas a la promoción de innovaciones para el desarrollo. Como cada uno de estos cambios pueden implicar un derrotero de aprendizaje organizacional condicionados por los “entornos” y los “modos” antes descriptos; a continuación, y a modo de ayuda para quienes deseen impulsar estos cambios organizacionales, se describen los principales factores a considerar para compararlos con la experiencia que ya tiene la organización en procesos de diseño, y predecir así el “modo” que predominará durante el análisis, decidiendo estrategias que muevan al grupo hacia horizontes nuevos, mas inciertos pero más sostenibles frente a los cambios del entorno.    

Del beneficio al propósito implica poner la mirada en el fin más que en los resultados. Mientras que diseñar un proceso de apoyo a la innovación pensado desde el beneficio puede implicar una mirada más “utilitarista”, un diseño centrado en el propósito, en términos de desarrollo, obliga el despliegue de capacidades de negociación y acuerdos donde el punto de llegada forma parte del proceso y no está completamente claro al inicio. La flexibilidad y el constructivismo serán los valores que faciliten el intercambio al decidir el destino.

De las jerarquías a las redes este cambio opera a nivel de los vínculos entre los integrantes. Los modelos jerárquicos son buenos para distribuir tareas, delimitar funciones y asignar responsabilidades. Generalmente vienen asociados con asignaciones de cuotas de poder, condicionando así los procesos de comunicación. Las redes en cambio son dispositivos mucho más fluidos para empoderar a los actores. En las redes, el poder circula y migra libremente a partir del encuentro y los procesos de comunicación son más abiertos. Para los que deseen explorar mejor estas diferentes opciones organizativas les sugiero leer en este blog: Redes vs Organizaciones tradicionales. Dinámicas en opuesto para el desarrollo.

Del control al encuentro. Quizás este sea el cambio más imbricado para operar. Es que la mayoría de nuestras experiencias han transcurrido en la lógica del control, y esta dinámica está tan compenetrada en nosotros que ya es una “filosofía” de vida, y nos cuesta gestar modelos organizacionales que no operen desde ese paradigma. Fuimos formados para un mundo que necesita certezas, y en esa búsqueda el “sistema” muchas veces nos impulsa de manera inconsciente a menospreciar las dudas. Para lograr respuestas y certezas, nos enseñan primero a discriminar construyendo y operando categorías que se correspondan con las cuestiones que abordamos: bueno-malo, público-privado, alto-bajo, etc., etc. Así creamos etiquetas para tranquilizarnos con la “ilusión” de orden que nos proveen, confiados que luego podremos dominarlas como una manera de comprender los cambios. De esta manera caemos en la trampa de crear códigos de conductas en lugar de reflexionar sobre los modos de existencia. Si trabajamos para el desarrollo nuestra tarea requiere hacer uso de la reflexión antes que de la caracterización. Habitar un estado donde abunde la duda, la inseguridad, lo no definido. Un estado “incómodo” si has sido formado (como yo) para la asertividad. Pero que abundará en visiones y opciones que, si bien pueden llegar a incomodarnos, motorizarán las respuestas que buscamos. Debemos procurar diseños donde el “encuentro” ocurra como producto de la duda compartida. Tal vez la opción sea ver las diferencias con los ojos de un niño (mira el video del enlace). Si te pasa lo mismo que a esos padres, entenderás la dificultad de este cambio.   

Desde el planeamiento a la Investigación-Acción-Participación. Pensar procesos de apoyo al desarrollo basándonos solo en completar los casilleros del “marco lógico”  de planificación, puede llegar a generar un conjunto de actos sin acuerdos, sin sentido para algunos participantes. La planificación tradicional, ex – ante, nos aleja del “encuentro” con los interesados como medio para ayudarnos a generar más ideas y mejores compromisos. Cuando somos capaces de asignar al diseño una ubicación secundaria, ganamos la oportunidad de ampliar la base de capacidades investigando junto con los participantes diferentes opciones, poniéndolas en acción para testearlas y logrando así que la participación no sea un acto a posteriori, sino incorporado desde el inicio en el proceso.    

De los productos hacia los procesos implica diseñar acciones de apoyo que corran nuestra atención desde los “productos” y pongan nuestra mirada en las personas, en lo que hacen, lo que pueden decidir, en cómo negocian opciones, cómo coalicionan esfuerzos, como se vinculan, etc. La mayoría de las veces somos nosotros mismos los que permitimos ser sometidos al rigor de los productos. Si bien los productos son necesarios, y sobre todo lograr indicadores que den cuenta de la tarea, si nos quedamos solo allí, corremos el riesgo de comulgar con el ritual de la cultura del final sin sopesar sus consecuencias. ¿Cuál es la gota que rebalsa el vaso? ¿Es la última? El producto es algo necesario, pero debemos ser conscientes que siempre ocurre después de un proceso. Hacia allí es donde necesitamos mirar detenidamente si queremos apoyar el desarrollo. Revisando el diseño de nuestros proyectos para focalizarnos también en “aquellas gotas” que contribuyen a llenar el vaso. Cuidándonos de no centrarnos solo en la precisión y el control, porque si así lo hacemos estaremos afectando la efectividad del desarrollo. Cuando solo buscamos obtener, y nos olvidamos de dar, nos perdemos la magia que allí habita. Por el contrario, cuando más nos involucramos y nos brindamos, más cosas suceden y más cosas nos llevamos. Prestar mayor atención a los procesos es la mejor palanca para el cambio. Aquí va una pequeña guía para ayudarte.

Del trabajo resguardado al trabajo en abierto. Gracias al esfuerzo colaborativo y al desarrollo de las nuevas tecnologías, el “poder de la información” se está mudando. Abandona a los “sujetos” para alojarse en la “intersubjetividad”. Por tanto ya no es válido organizar nuestras estrategias de desarrollo para acumular información a la espera de que los intereses alineados con ella, la demanden. Hoy en día nuestra evolución como sociedad nos muestra más inteligentes si somos capaces de crecer  con el intercambio de información y la colaboración con otros. Porque aprendimos que al compartir también recibimos. Y porque nos dimos cuenta que el beneficio que se obtiene al recibir, es mucho mayor que la inversión que se requiere cuando damos. El balance es positivo. Los procesos de apoyo al desarrollo serán más ágiles y sostenibles si los fundamos en la producción compartida de la información. Porque solo así estaremos más alineado con el concepto: el desarrollo no se define por lo que una persona o territorio tiene, sino por lo que puede hacer con eso. 

 

Bibliografía consultada:  

https://julianstodd.wordpress.com/2021/06/08/workingoutloud-on-the-experimental-organisation-frames/

 

NOTA: Si te ha gustado el post, puedes suscribirte para recibir en tu buzón las siguientes entradas de este blog. Para eso solo tienes que introducir tu dirección de correo electrónico en el recuadro de «suscríbirse” que aparece en la barra desplegable, acercándote al margen derecho de tu pantalla.

 Si quieres contactar al autor escribir a: Adrián Gargicevich

También puedes seguir a Extensión para Extensionistas en:

Facebook: https://www.facebook.com/extensionparaextensionistas/  

Twitter: https://twitter.com/RedExtension?lang=es 

LinkedIn: https://www.linkedin.com/groups/4771362/ 

Instagram: https://www.instagram.com/extension_para_extensionistas/

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCae9skGSI8bSunH_SFm_3iA?view_as=subscriber

 


 

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

1 comentario:

  1. Muy interesante enfoque....gracias por estimular mi pensamiento layeral.

    ResponderEliminar