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sábado, 20 de septiembre de 2025

7 pasos para tomar decisiones en procesos de innovación

Por Adrián Gargicevich

👉 incluye video con resumen https://www.youtube.com/watch?v=qHV6IaG5nHw&t=13s 

En el trabajo diario como extensionistas o facilitadores de procesos de innovación, las decisiones nos llueven como mensajes de WhatsApp. Algunas suelen ser pequeñas, por ejemplo ¿Mandamos el informe hoy o mañana? ... y otras tan grandes que pueden marcar un antes y un después, por ejemplo ¿Apostamos a una nueva tecnología?

Cuando hay mucho en juego, improvisar puede salir caro. Contar con un proceso claro para decidir nos permite elegir con más confianza y acierto. Aquí te propongo un camino de siete pasos, pero “aterrizados” a la realidad de quienes acompañamos la innovación en el territorio.


¿Por qué la toma de decisiones es un proceso crítico?

Primero acordemos qué es la toma de decisiones. ¿En qué consiste el proceso de toma de decisiones? La toma de decisiones consiste en elegir una opción de entre varias posibilidades para resolver una situación. Tomar decisiones es imprescindible en todas las áreas de la vida (personal, laboral, familiar, empresarial).

La toma de decisiones es un proceso crítico porque, en esencia, es el punto en el que se define el rumbo de una persona, un equipo o un proyecto. En contextos como la extensión y la innovación, tiene un peso especial por varias razones. Aquí te dejo algunas de esas razones:

1. Impacta directamente en los resultados. Una decisión puede abrir oportunidades o cerrar caminos. Elegir un método de trabajo, una tecnología o una estrategia de comunicación no es neutro: afecta el alcance, la eficiencia y la sostenibilidad del proyecto.

2. Implica costos y beneficios (visibles e invisibles). No solo hay inversiones de dinero o tiempo; también hay implicancias en relaciones humanas, reputación y confianza. Decidir mal puede deteriorar vínculos clave o desaprovechar recursos escasos.

3. Se da en escenarios de incertidumbre. En los procesos de innovación, nunca se cuenta con toda la información. Hay que decidir con datos incompletos, interpretando tendencias y proyectando escenarios. Eso aumenta el riesgo y hace más relevante contar con un método.

4. Afecta a múltiples actores. Una decisión no solo repercute en quien la toma: también involucra a productores, técnicos, instituciones y comunidades. Cuanto más amplio el impacto, más crítico es el proceso para anticipar reacciones y consecuencias.

5. Es irreversible en muchos casos. Algunas decisiones pueden corregirse con facilidad; otras no. Por ejemplo, invertir en infraestructura o cambiar la orientación de un proyecto puede comprometer años de trabajo.

6. Es un acto que combina razón y emoción. La información técnica es clave, pero también entran en juego valores, prioridades y sesgos. Saber equilibrar datos y percepciones es lo que distingue a un proceso de decisión sólido.

En síntesis: es crítico porque define qué se hace, cómo se hace y con quién se hace, y porque en contextos complejos e innovadores cada decisión puede multiplicar o reducir las posibilidades de éxito.

Justamente por todo esto, vale la pena detenerse en la manera en que tomamos decisiones. No se trata solo de avanzar o de elegir rápido, sino de hacerlo con un método que permita clarificar objetivos, considerar alternativas y anticipar consecuencias. Los siete pasos no son una receta rígida, sino una guía práctica para ordenar un proceso que suele estar lleno de dudas, presiones y emociones encontradas. Y cuando se aplican en la realidad, como veremos en la experiencia de María, pueden marcar la diferencia entre quedarse atrapado en la indecisión o transformar un problema en una oportunidad compartida.

Una breve historia que suele repetirse…


María, técnica extensionista en una región hortícola, llevaba semanas dudando. Un grupo de productores le pedía impulsar una capacitación sobre energías renovables para riego. Ella intuía que el interés era real, pero el presupuesto del programa estaba ajustado y había otras demandas urgentes.

Una tarde, mientras revisaba informes de campañas anteriores, se dio cuenta de que llevaba todo ese tiempo “dando vueltas” sin tener claro el objetivo central. ¿Querían realmente instalar paneles solares o buscaban reducir costos energéticos de cualquier manera? Esa pregunta cambió el rumbo: reunió al grupo, clarificaron metas y evaluaron escenarios. La decisión final no fue la que esperaban al inicio… pero terminó siendo la más beneficiosa para todos.



Las fases de la toma de decisiones

En la literatura encontraremos mucha bibliografía sobre los procesos de toma de decisiones. Aquí resumiremos el proceso en un modelo teórico simple que cubren todos los pasos necesarios para guiar a los participantes en la decisión. Consta de 3 fases articuladas en 7 pasos: fase de identificación (reconocimiento de oportunidades, problemas y crisis, recogida de información pertinente y determinación más clara de los problemas), fase de desarrollo (se generan y modifican soluciones alternativas a los problemas) y fase de selección (se generan y modifican soluciones alternativas a los problemas). Los 7 pasos que debemos identificar y facilitar en un proceso de toma de decisiones serán: 


1.      Definir qué decisión realmente hay que tomar

A veces nos enredamos en síntomas y no en el problema de fondo. El primer paso en la toma de decisiones es identificar el problema, y para tomar una decisión, tienes que identificar el problema que quieres resolver, teniendo en cuenta los factores críticos o estratégicos que lo definen, ya que obstaculizan una solución adecuada.

Por ejemplo, un grupo de productores consulta si “conviene” hacer una capacitación en riego. Pero la verdadera decisión quizás sea si quieren optimizar el uso del agua o diversificar cultivos para reducir riesgo. Definir el objetivo con claridad te ayuda a no correr detrás de la solución equivocada.

2. Visualizar los posibles escenarios

Una vez identificada su decisión, corresponde recoger toda la información relevante para esa elección. Para lograrlo se pude usar la estrategia de pensar en escenarios futuros, uno favorable, uno desfavorable y uno en el que no se haga nada. Esta opción ayuda a ampliar la mirada sobre la situación a decidir.

Ejemplo: en la producción agrícola, si incorporamos drones para monitoreo de plagas, ¿qué pasa si los costos bajan y mejoran rendimientos? ¿Y si el clima no acompaña y la inversión no se recupera? ¿Y si no incorporamos nada?

3. Poner sobre la mesa las preferencias

No todos valoramos lo mismo. Quizás para un productor sea más importante mantener estabilidad en el equipo que maximizar ganancias. Herramientas como listas de pros y contras, análisis FODA o priorizar los resultados del más al menos deseable ayudan a explicitar qué pesa más para cada persona o grupo.

4. Estimar las probabilidades con realismo

Con datos, experiencia y algo de intuición, podemos aproximar qué tan probable es cada escenario. Por ejemplo: “Si probamos este nuevo bioinsumo, hay un 70% de chances de que funcione bien en suelos como el nuestro”. Expresarlo con palabras o números ayuda a no dejar que las emociones sean las únicas que decidan.

5. Comparar y elegir

El objetivo principal aquí es tomar la mejor decisión posible entre las líneas de acción alternativas disponibles, encontrando soluciones creativas u originales. Con la información y las preferencias claras, llega el momento de decidir. Si la opción elegida no coincide con la intuición, habrá que revisar si hay sesgos (miedo al cambio, presión de grupo, exceso de optimismo). Más abajo nos detendremos en estos sesgos grupales.

6. Poner manos a la obra

Una vez tomada la decisión, hay que actuar según ella, y desarrollar un plan para hacer la decisión tangible y realizable.

Una decisión sin acción es solo una idea bonita. planifica quién hace qué, comunica la decisión y fija puntos de control para ver cómo va funcionando. En procesos de innovación, el seguimiento es clave para ajustar a tiempo.

7. Aprender de lo que pasó

El último e importante paso en el proceso de toma de decisiones es evaluar la eficacia de la decisión, ya que el seguimiento permite identificar sus deficiencias o consecuencias negativas, proporcionando una valiosa retroalimentación sobre la cual, la decisión, pueda ser revisada o reconsiderada.

Mirar hacia atrás: ¿la decisión acercó al grupo o al proyecto a su objetivo? ¿Qué parte fue mérito del plan y cuál simple suerte o mala suerte? Documentar y compartir lo aprendido multiplica la capacidad de decidir bien en el futuro. 

  • En resumen decidir bien no siempre es elegir perfecto, sino hacerlo con método, información y propósito. Un proceso claro aumenta nuestras chances de éxito y reduce el margen de improvisación peligrosa.

Tener un “método” que actúe como guía es esencial cuando las decisiones deben ser tomadas en grupos de personas. De lo contrario corremos con el riesgo de caer en la “heurística” que normalmente usamos para decidir como sujetos. Como individuos, la decisión generalmente surge como un proceso menos analítico y que se vale de atajos mentales basados en la “intuición”, al evaluar las variables en juego y la información disponible de un modo “adaptado” a las circunstancias del lugar y el momento. Si quieres profundizar sobre estas diferentes formas de fijar creencias te invito a leer los 4 métodos para fijar creencias que usamos los humanos.

Peculiaridades de las decisiones grupales

La toma de decisiones en grupos suele verse afectadas por dinámicas propias de la grupalidad que no nos permiten seguir los 7 pasos indicados. Por eso, si la decisión es grupal, sugiero tener en cuenta algunas dinámicas que pueden estar desviando el proceso de la secuencia indicada.

Factores como la presión temporal, la cohesión y el estilo de liderazgo pueden hacer que el grupo recurra a reglas más simples y a la influencia de normativa, lo que agilizará la toma de decisiones, pero limitará la reflexión crítica.

Un fenómeno también frecuente es la polarización de grupo: tras la discusión, las posiciones pueden converger hacia un compromiso más moderado (despolarización) o volverse más extremas. Esto ocurre sobre todo en grupos cohesionados y con relaciones consolidadas.

Más problemático aún es el pensamiento de grupo (groupthink), identificado por Irving Janis. Surge cuando el deseo de consenso, prima sobre la evaluación rigurosa. Las condiciones que lo favorecen incluyen alta cohesión, aislamiento, ausencia de procedimientos críticos, liderazgo autoritario y estrés.

Los síntomas que reflejan la aparición de estos comportamientos pueden ser la sobrestimación del grupo, por ejemplo, cuando surge la ilusión de invulnerabilidad, donde se cree que nada puede afectar al grupo. También se observa frente a la estrechez de objetivos que nace cuando el colectivo de personas opera con una racionalización que está definida por estereotipos externos (modelos). Y también se nota cuando el grupo siente una presione a la uniformidad, despertando procesos de autocensura y presión hacia las disidencias, que luego alimenta en el grupo una ilusión de unanimidad.

Como promotores de procesos de innovación, habrá que reconocer si estos comportamientos se disparan en un grupo al momento de decidir, dado que como planteamos más arriba, las consecuencias serán decisiones defectuosas, sin un análisis completo de objetivos y alternativas, con poca evaluación de riesgos, limitada información y ausencia de reconsideración crítica.

Para contrarrestar estos efectos se sugiere usar estrategias como evitar el aislamiento, fomentar la crítica abierta, estimular la disensión, reducir la influencia del líder y promover la autocrítica sin temor.

  • En definitiva, decidir en grupo implica gestionar no solo información y opciones, sino también dinámicas sociales que pueden enriquecer o empobrecer la calidad de la decisión.

 

💡 Preguntas para vos:

Te dejo aquí algunas preguntas que pueden ayudarte a reflexionar sobre el modo en que aprovechas los momentos de decisiones claves en tus procesos:

  • ¿Cuál fue la última decisión importante que tomaste en tu trabajo?
  • ¿Seguiste algún proceso o fue más bien instintiva?
  • ¿Qué cambiarías si tuvieras que decidir de nuevo?

 

Palabras claves.

#Decisiones #Proceso #Innovación #Extensión  #Extensionistas #Método #Escenarios #Grupo #Grupalidad #Objetivos #Alternativas #Riesgo #Incertidumbre

 

Recursos usados.

7 pasos para la toma de decisiones. https://www.uwacaed.org/post/7-steps-to-decision-making

Los 7 pasos del proceso de toma de decisiones https://www.psicologia-online.com/los-7-pasos-del-proceso-de-toma-de-decisiones-5241.html

El pensamiento crítico como herramienta para el cambio https://redextensionrural.blogspot.com/2018/05/el-pensamiento-critico-como-herramienta.html

Una definición operativa de los problemas. https://redextensionrural.blogspot.com/2012/09/una-definicion-operativa-para-problemas.html

5 pasos para hacer una INVESTIGACIÓN APRECIATIVA https://redextensionrural.blogspot.com/2024/05/5-pasos-para-hacer-una-investigacion.html 

4 métodos para fijar creencias. https://redextensionrural.blogspot.com/2015/09/4-metodos-para-fijar-creencias.html

Wikipedia. GroupThinki https://en.wikipedia.org/wiki/Groupthink

ChatGPT / Copilot / NotebookLN


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