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jueves, 23 de octubre de 2025

La semiosis social y sus efectos sobre los procesos de innovación.

Por Adrián Gargicevich

¿Y si todo lo que nos comunicamos fuera una ilusión?

¿Alguna vez has enviado un mensaje que fue completamente malinterpretado?

¿O has leído un artículo con la certeza absoluta de haber captado su "verdadero" significado?

Todos hemos estado ahí, asumiendo que la comunicación es un proceso de transmitir un sentido claro y unívoco. Pero, ¿y si esa certeza fuera una completa ilusión? El sociólogo y semiólogo argentino Eliseo Verón dedicó su obra, especialmente su libro fundamental "La semiosis social", a desmantelar estas ideas.

Sus teorías, contraintuitivas y radicales, nos obligan a cuestionar todo lo que damos por sentado, proponiendo que la realidad misma funciona como un rumor: un rumor que no deforma un original, sino que crea la realidad en su misma circulación.

Este artículo no es un resumen académico, sino una invitación a un viaje intelectual. Exploraremos cuatro de las ideas más impactantes de Verón que te enfrentarán a la necesidad de cambiar para siempre tu forma de ver la sociedad, la ciencia y el significado mismo. Prepárate para dudar de todo.

📹 video resumen al final.

La semiosis social y sus efectos sobre los procesos de innovación.

¿Y si la realidad fuera un rumor? Cuatro ideas de Eliseo Verón que demuelen lo que crees saber sobre la comunicación.

Este post es un resumen del texto citado que tiene la intensión de ayudarte a cultivar el pensamiento crítico en tu tarea de promotor de innovaciones. Debajo, en el listado de los recursos usados, encontrarás un enlace al Libro de Eliseo Verón “La semiosis social” para ampliar este resumen y bucear en su perturbador modo de ver la realidad. Aquí solo haremos un resumen acotado de sus 4 ideas principales y un vínculo sobre cómo estas ideas pueden ayudarnos a repensar los modos que usamos en los procesos de apoyo a la innovación. ¡Animo! …pensar no duele.

1º IDEA:  La "verdad científica" no existe: es solo otro tipo de historia que contamos.

Estamos acostumbrados a pensar en la ciencia como el bastión de la objetividad, el discurso que describe la realidad "tal cual es". Para Eliseo Verón, la ciencia no es un espejo de la realidad, sino una forma muy específica y poderosa de construirla. Su discurso produce un "efecto de verdad" porque opera bajo un conjunto de reglas rigurosas, pero no deja de ser una construcción discursiva, una historia que la sociedad se cuenta a sí misma sobre el mundo.

En este mismo espacio hemos publicado otro interesante artículo 4 métodos para fijar creencias que refuerza esta primera idea de Verón. Te invito a leerlo para entender como Charles Pierce concibe la ciencia en un modo tan relativo como el de Eliseo Verón

Para entender esta primera idea, pensemos en la "juridicidad" de una sentencia. La juridicidad de una sentencia se refiere a su calidad de ser un acto de derecho, emanado de un órgano judicial y que se ajusta al marco legal y los principios que lo rigen. Por ejemplo, el texto "el acusado es culpable" no es intrínsecamente verdadero. Adquiere su poder y su efecto de verdad por haber sido producido bajo condiciones muy específicas (un juez, un tribunal, un código penal). La "cientificidad" funciona de manera similar: es el resultado de un discurso que sigue ciertas reglas (metodología, revisión por pares, jerga especializada) que le otorgan la apariencia de objetividad. Pero como ya sabemos de la mano de Humberto Maturana, la objetividad no existe, es solo un acto para obligar.

Esto desmonta la oposición fácil entre ciencia (verdad) e ideología (falsedad). Verón no las opone; sostiene que lo ideológico es una dimensión presente en todo discurso, en tanto que se relaciona con sus condiciones de producción. La diferencia crucial es que el discurso científico busca neutralizar su propia dimensión ideológica para producir un efecto de objetividad, un "desdoblamiento" que lo separa del sujeto que habla. Es un mecanismo discursivo sofisticado, pero no un acceso directo a la verdad.

El conocimiento científico aparece, ya bajo una forma práctica (“efectos prácticos”: tecnologías y operaciones sobre lo real), ya bajo una forma teórica (los discursos de las ciencias).

Pero para entender cómo un discurso produce un efecto como la "cientificidad", primero debemos desmontar la idea más básica de todas: la de que el significado reside en el mensaje.

2º IDEA: El significado no está en el mensaje, sino en la distancia entre quien habla y quien escucha.

Olvídate del modelo clásico de comunicación: Emisor → Mensaje → Receptor. Verón argumenta que esto es una simplificación insostenible. El núcleo de su teoría es que el significado no reside en el mensaje mismo, sino en el "desfase", en la brecha irreductible que existe entre las condiciones de producción de un discurso y sus condiciones de reconocimiento.

Imagina que encuentras una carta escrita hace 200 años. El autor la escribió en un contexto específico (producción), pero tú la lees en el tuyo (reconocimiento). El "sentido" de esa carta no es el que el autor "quiso decir", ni tampoco el que tú le atribuyes. El sentido emerge precisamente en la distancia entre esos dos momentos. Un texto nunca tiene un significado único y cerrado; su sentido cambia según quién lo lea, cuándo y dónde. La comunicación no es una transmisión, es una compleja negociación de sentidos, definida por el abismo que siempre nos separa.

El principio que acabamos de proponer tiene, en el nivel teórico, consecuencias extremadamente importantes. Aun si fuésemos capaces de constituir una descripción completa de las reglas de generación de un tipo dado de discurso a la luz de sus condiciones específicas de producción... no podríamos inferir, de una manera directa y lineal, sobre la sola base de esta descripción, un efecto de sentido que estuviese enteramente determinado en el nivel de la recepción.

Y esta brecha no solo opera en la comunicación cotidiana; cuando se extiende a lo largo de décadas o siglos, produce un efecto aún más sorprendente: reescribe la propia historia del conocimiento.

3º IDEA: Los "genios fundadores" son una ilusión: la historia se escribe hacia atrás.

La historia de las ideas suele contarse como una sucesión de genios: Saussure "funda" la lingüística, Marx "funda" el materialismo histórico. Verón nos dice que esto es un mito. Un texto no nace siendo "fundacional". Se convierte en ello mucho después, a través de un acto de "reconocimiento" retrospectivo. Este mito es una consecuencia directa del desfase histórico.

Son los discursos posteriores los que, al leer y reinterpretar un texto del pasado bajo condiciones de reconocimiento completamente nuevas, lo elevan a la categoría de "fundacional". En otras palabras, es la historia la que crea al fundador, y no al revés. Esta idea nos obliga a ver el progreso del conocimiento no como una línea de individuos excepcionales, sino como una red compleja e interconectada de textos y lecturas que se resignifican constantemente. El origen es siempre una ficción creada desde el presente.

Una “fundación” no se puede separar del reconocimiento retroactivo del hecho de que, efectivamente, ocurrió. Es siempre después que se reconoce, en una región dada del pasado, el comienzo o reconocimiento de una ciencia.

Esta visión de la historia como una red de textos nos lleva a la última y más abarcadora de las ideas de Verón: si la ciencia y la historia son discursos, ¿qué pasa si toda la sociedad no es más que una red infinita de producción de sentido?

4º IDEA La sociedad es una red infinita de signos de la que no podemos escapar.

Esta es la idea que unifica todo lo anterior. La "semiosis social" es el concepto de que la sociedad, en su totalidad, es un tejido infinito de producción de sentido. Todo es un signo. No solo las palabras, sino la moda que vestimos, la arquitectura de nuestras ciudades o los rituales políticos. Todo fenómeno social es, al mismo tiempo, un proceso de producción de sentido.

Según Verón, no hay un "afuera" de la semiosis. No podemos observar la sociedad desde una posición neutral, porque siempre estamos inmersos en esta red, produciendo y reconociendo significados. Esta red infinita de signos significa que estamos constantemente en el doble juego de la producción y el reconocimiento, siempre separados por ese desfase insalvable. Esto tiene una consecuencia vertiginosa: si todo lo social produce sentido, la "realidad" no es algo fijo y preexistente. Es algo que se construye y reconstruye constantemente a través de nuestros discursos.

Una teoría de los discursos sociales reposa sobre una doble hipótesis que, pese a su trivialidad aparente, hay que tomar en serio: a) Toda producción de sentido es necesariamente social [...] b) Todo fenómeno social es, en una de sus dimensiones constitutivas, un proceso de producción de sentido, cualquiera que fuere el nivel de análisis (más o menos micro o macrosociológico).

Conclusión: Si el sentido nunca está fijo, ¿Qué nos queda?

Las ideas de Eliseo Verón son desafiantes porque nos quitan el suelo bajo los pies. Al mostrarnos cómo la ciencia, el significado y la historia son construcciones discursivas gobernadas por el "desfase" entre producción y reconocimiento, nos revela que nuestra realidad social es fluida y está en constante negociación. No hay verdades fijas, solo efectos de sentido temporales que emergen de esa brecha fundamental.

Esto nos deja con una pregunta tan inquietante como fundamental: si Verón tiene razón y el sentido siempre está en otra parte, ¿es posible llegar a entendernos de verdad, o estamos destinados a vivir en un eterno malentendido?

Vinculando la semiosis social de Eliseo Verón con los procesos de promoción de innovaciones.

La teoría de la semiosis social de Eliseo Verón parte de una idea crucial: todo sentido es producto de un proceso, nunca algo fijo o cerrado. Entre la producción de un mensaje (o de una innovación) y su reconocimiento por parte del público existe siempre un desfase, una distancia donde el sentido se transforma.
Este “desfase” es, precisamente, lo que hace que la innovación no se adopte de manera uniforme, sino que cada grupo social, organización o individuo la interprete y resignifique de acuerdo con sus propios marcos de referencia, valores y experiencias previas.


💡 Cómo afecta esto a la promoción de innovaciones

  1. La innovación como discurso social
    Promover una innovación no es simplemente difundir una tecnología o práctica nueva, sino producir un discurso sobre ella: qué promete, qué resuelve, qué simboliza. Ese discurso circula en medios, instituciones y conversaciones cotidianas, donde cada receptor reconstruye su sentido.
  2. El reconocimiento como resemantización
    Lo que el innovador “quiere decir” no es necesariamente lo que el público “entiende”. El proceso de adopción se vuelve entonces una negociación semiótica, en la que la innovación adquiere significados distintos según el contexto social. Por ejemplo, una herramienta digital puede verse como progreso tecnológico para unos, pero como amenaza laboral para otros.
  3. El sentido como campo de disputa
    Siguiendo a Verón, el sentido no está “en” la innovación, sino en el intercambio discursivo que la rodea. Por tanto, la promoción de innovaciones debe reconocer esa fluidez y trabajar sobre los relatos, símbolos y valores que faciliten su aceptación.
  4. Del control al diálogo
    Si el sentido nunca está fijo, no se puede imponer una narrativa única sobre la innovación. Los promotores deben pasar del control del mensaje a estrategias dialógicas, escuchando las interpretaciones emergentes y adaptando su comunicación en función de ellas.

🧭 Respondiendo a la pregunta: “Si el sentido nunca está fijo, ¿Qué nos queda?”

Nos queda, precisamente, la posibilidad del diálogo y la co-construcción del sentido.
En el campo de la innovación, eso significa aceptar el malentendido como punto de partida creativo. No hay comprensión total, pero sí procesos de acercamiento en los que los significados se negocian y transforman. Esa incertidumbre —lejos de ser un obstáculo— es el espacio donde las innovaciones pueden cobrar vida social.

En resumen, las ideas de Verón nos invitan, como promotores de innovación, a asumir la inestabilidad del sentido como una condición inherente, y a diseñar estrategias comunicativas que acompañen esa fluidez en lugar de resistirla.

La adopción no es la meta final, sino un proceso continuo de resignificación social”.

Preguntas para el promotor de innovaciones desde la mirada de Eliseo Verón

  1. Si el sentido nunca está fijo, ¿cómo puedo abrir espacios para que quienes adopten una innovación construyan su propio significado en torno a ella?
    Esta pregunta te invita a pensar la promoción no como imposición de un discurso, sino como acompañamiento en un proceso de resignificación colectiva.
  2. ¿Estoy escuchando los discursos que surgen en torno a una innovación o solo estoy intentando controlar lo que se dice de ella?
    Esta pregunta es útil para cuestionar la tendencia al control comunicativo y promover la observación activa de las interpretaciones sociales.
  3. ¿Qué narrativas están circulando sobre la propuesta de cambio, y qué “desfases” se generan entre lo que comunico y lo que se interpreta?
    Esta pregunta nos obliga a identificar los espacios donde el sentido se desajusta, entendiendo que allí puede nacer la adopción o el rechazo.
  4. ¿Cómo puedo incorporar el “malentendido” como parte productiva del proceso de innovación?
    Esta pregunta nos propone abrazar la ambigüedad como fuente de aprendizaje y creatividad, en lugar de verla como un fallo.
  5. ¿Qué discursos preexistentes —culturales, económicos, institucionales— están condicionando la manera en que una innovación es percibida?
    Esta pregunta nos invita a reconocer el entramado social donde la innovación cobra (o pierde) sentido.
  6. ¿Estoy dispuesto a que una innovación cambie de significado cuando otros la hagan suya?
    Esta pregunta nos alerta sobre la idea de propiedad del sentido y promueve la co-creación simbólica.
  7. Si la realidad es una construcción discursiva, ¿qué tipo de realidad quiero ayudar a construir con una innovación?
    Esta pregunta cierra el círculo: del análisis semiótico al compromiso ético y transformador.

Como verás, estas preguntas no buscan respuestas cerradas, sino activar la reflexión crítica de quien promueve innovaciones, invitando a pensar la comunicación no como transmisión, sino como espacio de negociación de sentidos.

Mi sugerencia es que guardes estas preguntas, y las despliegues cuando tengas que diseñar un proceso de apoyo a la innovación. Si trabajas en equipo para el diseño, las mismas pueden resultar un insumo muy enriquecedor para reducir nuestra brecha de atribución de cambio.

Bonus Track

Video resumen



Palabras claves

#Semiosis social #Innovación #Discurso #Sentido #Reconocimiento #Verdad #Comunicación #Realidad #Disputa #Signo #Mensaje

Recursos usados

La semiosis social. Eliseo Verón. https://es.scribd.com/doc/225585453/Veron-Eliseo-La-semiosis-social

4 métodos para fijar creencias https://redextensionrural.blogspot.com/2015/09/4-metodos-para-fijar-creencias.html

La objetividad no existe, es un argumento para obligar. Humberto Maturana https://fundaciontorresyprada.org/la-objetividad-un-argumento-para-obligar-de-humberto-maturana/

Desata el poder de la innovación con la teoría del actor red. https://redextensionrural.blogspot.com/2025/02/desata-el-poder-de-la-innovacion-con-la.html

La brecha de atribución en la tarea de extensión. https://redextensionrural.blogspot.com/2019/09/la-brecha-de-atribucion-en-la-tarea-de.html

ChatGPT /NotebookLM /Canva


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