Seguro alguna vez habrás
escuchado esta frase: la información es
poder. En la actualidad cada vez es más reducido el campo de juego para los
cultores de esta “vieja” idea. Gracias al esfuerzo colaborativo y al desarrollo
de las nuevas tecnologías, el poder de la información se está mudando. Abandona
a los “sujetos” para alojarse en la “intersubjetividad”. Este alentador cambio
impacta en los procesos de innovación invitándonos a renovar las capacidades y
estrategias para la extensión.
Cada vez resulta más
fácil ver cómo, al compartir algún tema en cualquiera de los instrumentos que
hoy nos facilitan el enredamiento, las devoluciones que recibimos nos abren
nuevas ventanas alternativa para la acción. Es evidente que nos estamos
volviendo más colaboradores. La cooperación, la acción colectiva y la
interdependencia están cobrando nuevas fuerzas en nuestra sociedad. Estas
situaciones que antes solo ocurrían en el ámbito de la familia o de las
amistades, hoy expanden sus fronteras de acción. Cada vez más el uso de las
redes sociales virtuales se meten en nuestra agenda diaria para compartir.
Actuamos en ellas posicionándonos con diferentes perfiles: productores,
consumidores, prosumidores, conectores, boomerangs, etc. Nos movilizan
diferentes fuentes de energías, muchas de ellas emocionales: esperanza,
altruismo, ambición, orgullo, amor, etc.
Esta expansión y
revalorización de los entornos colaborativos en nuestra sociedad, hace que también
deban evolucionar las formas en que nos organizamos para propiciar
innovaciones. Si el poder de la información ahora se ubica en la intersubjetividad, será pertinente
entonces reconocer y capitalizar a las redes
sociales como los sistemas que alimentan de energía a los procesos de innovación.
Los extensionistas
también debemos estar atentos frente a estos cambios para sintonizar nuestras
estrategias y aportes. El concepto de organización
social para la innovación acrecienta su sentido en nuestros días a la luz
de las nuevas tecnologías que facilitan el enredamiento.
Algunas preguntas
pueden ayudarnos frente a este desafía. Si la innovación es un proceso que
ocurre como producto de una organización social que se teje o entrelaza en la búsqueda de alternativas de solución a
problemas, y la información ahora se aloja en la intersubjetividad que contiene
esa misma red:
¿Qué cambia en nuestra tarea?
¿Cuáles son las capacidades que necesitamos para
propiciar innovaciones?
¿Cuál debe ser nuestro papel como extensionistas?.
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Adrián, Recién veo tu blog en el facebook. Me da gusto saber que podemos interactuar en este espacio, para crecer como extensionistas y dar mejor respuesta a la demanda de desarrollo territorial. Un abrazo. Alicia
ResponderEliminarBienvenida Alicia!
ResponderEliminarPuedes recibir las actualizaciones del blog anotando tu e-mail o registrándote como miembro participante del sitio. Te llegarán automáticamente las actualizaciones. También puedes difundirlo entre aquellos profesionales con "espíritus extensionistas críticos de la disciplina". Esperamos tus aportes o inquietudes. Gracias!
Hola como estan? Los invito a que visiten el sitio http://www.raci.org.ar/recursos-para-ong/cooperar-para-cooperar-trabajo-en-red-para-aumentar-el-impacto/
ResponderEliminarEn las páginas 160 y 166 encontrar algunas pistas interesantes acerca de mitos y verdades del trabajo en red y la importancia de las alianzas
Uno de los párrafos dice....Está dicho: si querés hacerlo rápido, hacelo solo; si querés llegar lejos, hacelo en red....
un abrazo grande
Fernando
Gracias Fernando por el sitio!. Critico y movilizador texto el que propone RACI. Por cierto a tenerlo en cuenta y a saber digerirlo no?. Me gustó porque aporta un análisis crítico no simplista de las redes,tal vez sea bueno que sigamos profundizando sobre "las redes" como motores de la innovación! Creo que hay mucha tela para cortar aquí y me anoto la inquietud para seguir aportando. Nos vemos en AADER?. Cordiales Saludos.
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