Entre la
expectativa y la experiencia parece haber un nexo en común, y no estoy hablando
solo de la “X”. Muchas veces la expectativa es condicionada por la experiencia
previa. Cuando esto ocurre se cierran puertas y se limita la efectividad del
cambio. Evitar que la experiencia previa condiciones negativamente a las
expectativas en un proceso de cambio requiere fuerza de espíritu y mucha
atención.
Nada mejor
que una persona con experiencia para encarar una tarea ¿no? Plomero, cirujano o docente, cualquiera sea la tarea,
su valor se incrementa con la experiencia. Pero no siempre los atributos de la experiencia operan en positivo.
Veamos un caso particular que ocurre cuando nos proponemos favorecer un cambio
en coalición entre varios actores.
Expectativa Vs Experiencia |
De seguro
habrás estado en un proceso organizativo donde uno de los actores plantea (de manera
lapidaria) “yo esto ya lo viví y no pasó
nada” … en clara alusión a un proceso donde sus expectativas no fueron
cubiertas. Cuando esto ocurre, el resto de los actores comenzamos a “arriar los barriletes” del entusiasmo
porque la experiencia comienza a “poner
en caja” a las expectativas. Y es allí donde debemos iniciar una ardua tarea
adicional que tal vez no estaba prevista: trabajar
de manera conjunta y muy cuidadosamente las expectativas, porque en ellas
residen las energías del proceso. Sin ellas, los barriletes no vuelven a
remontar.
¿Pero por qué
dar crédito a esas palabras que hablan desde la experiencia? ¿Habrá dimensionado adecuadamente su expectativa? ¿Habrá puesto la vara muy alta? ¿Por
qué pensar que los procesos son iguales y se repetirá la desilusión?
Como el río
que nunca es el mismo, los procesos son únicos, no se repiten. Tienen su propia
forma. No hay “un” camino, el camino se
construyen. Ante una actitud negativa basada en una experiencia fallida, el
mejor recurso es compartir todas las expectativas. Saber que espera cada uno
del camino que emprendemos juntos y, sobre todo, ponerle una "medida" adecuada con
el compromiso que decidimos asumir. El peor camino es el que no se inicia
pensando que se repetirá la historia fallida de algún experto. Marshell McLuhan
en su “Leyes de los medios”, nos propone como explicación de estos fenómenos sociales,
la 2º ley denominada de la "Caducidad" que dice: “dado que hay un equilibrio en
la sensibilidad, cuando un área de la experiencia se magnifica o eleva, otra
queda disminuida o bloqueada”. La visión del más experto puede condicionar la
expectativa del conjunto. Prestemos atención y amortigüemos.
Además es
bueno recordar que casi siempre en el la vida los “sueños” comparten un gran
áreas con los “proyectos no concretados”, esto es así dado que resulta más fácil
planificar que programar. Al planificar la mente se llena de estímulos, pero al
momento de hacer que las cosas sucedan, el miedo al cambio o a lo desconocido nos
pisa el freno.
Pero por
sobre todas estas consideraciones…¿Quién te asegura que lo único válido es el
éxito según tu medida? De seguro, cuando
algo te salió todo bien, según lo soñado, al segundo apareció el vacío de la “tarea
cumplida”. El
camino es lo que realmente interesa.
Si se encara
un proceso de cambio pautado entre varios actores será crucial estar atento al
efecto que las experiencias presentes tienen sobre las expectativas. Dedica un buen tiempo para averiguar que espera cada
uno, cuales son las expectativas en juego. Trabaja para darle una “medida”
adecuada a las posibilidades del conjunto, nadie vendrá a hacer la tarea por
nosotros. Revisa las “etiquetas” de “éxito” y “fracaso” que anidan en la cabeza
de cada participante, en cualquier momento se echarán a volar y pueden hacer
estragos si se “posan” sobre la coalición de esfuerzo que estamos trabajando.
Y si no sale tan
bien como fue imaginado, utiliza el camino recorrido para aprender. Eleva el espíritu,
nada será igual la próxima vez…pero por sobre todo, ten cuidado con tu
experiencia!
Bibliografía
consultada: MCLUHAN, Marshall; MCLUHAN, Eric Las leyes de los medios CIC.
Cuadernos de Información y Comunicación, vol. 14, 2009, pp. 285-316 Universidad
Complutense de Madrid Madrid, España Matt Adrews; The 5 M’s of Development: Moments matter.
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