En la tarea de asistencia técnica o extensión muchas veces debemos trabajar
grupalmente focalizándonos en la participación. Y en estos espacios de intercambios,
suele ocurrir que las conversaciones van perdiendo el foco de atención en la
medida que los participantes desvían el debate a partir de sus necesidades,
ansiedades u objetivos personales. Si necesitas dominar una forma rápida y
sencilla para estructurar y focalizar las conversaciones, aquí encontrarás una
fórmula rápida. Con ORID podrás mejorar tu tarea como moderador generando debates enfocados con el objetivo.
¿Qué es ORID?
ORID es el acrónimo usado para una serie de preguntas claves que te
permitirán orientar conversaciones grupales. Es una herramienta simple y muy
útil si trabajas para orientar cambios e innovaciones. ORID es una
técnica de facilitación y fue descripta por Brian
Stanfield en su libro "El arte de la
conversación enfocada".
ORID proporciona una forma de estructurar conversaciones orientadas
a resolver un problema, evaluar opciones para tomar una decisión, y desarrollar
visiones mientras se mejora el compromiso de los participantes.
Veamos ahora los principios críticos que dan lugar a cada sigla y las
preguntas (orientadoras) que se pueden generar para orientar las conversaciones
“O” se corresponde con el OBJETIVO. Las preguntas que
permiten activar este principio deben estar orientadas a analizar los hechos o
recordar los pasos que surgen de las conversaciones. A modo de ejemplo, para
focalizar el Objetivo de la conversación se puede preguntar para “reorientar”
al grupo hacia el objetivo:
•
¿Cuáles son los temas que hemos hablado?
•
¿Cuáles son los hechos clave?
•
¿Cuáles fueron los hechos más importantes en esta sección
o informe?
“R” se corresponde con la REFLEXIÓN. Aquí las
preguntas deben estar orientadas a recuperar como se sintió el grupo en
relación con las situaciones o hechos vividos en el encuentro. A modo de
ejemplo se puede preguntar:
•
¿Qué aspectos te sorprendieron durante
el encuentro?
•
¿Qué elementos desafiaron tu forma
tradicional de pensar?
•
¿En qué momento te has sentido
frustrado durante el proceso?
“I” se corresponde con la INTERPRETACIÓN.
Este principio está orientado para ayudar a pensar la importancia y los valores
que subyacen en el tema bajo debate. Algunos ejemplos de posibles
preguntas son:
•
¿Qué alcances tiene lo conversado para
nosotros?
•
¿Qué retos hay que resolver?
•
¿Cuáles son las señales claves que
surgen del encuentro?
•
¿Qué alternativas vale la pena
considerar?
“D” se corresponde con la DECISIÓN. Este
principio está orientado a la resolución y a la toma de decisiones, o para planificar los pasos subsiguientes. Algunos ejemplos de preguntas son:
•
¿Qué deberíamos hacer diferente la
próxima vez, como resultado de este encuentro?
•
¿Cuál debería ser el próximo paso?
•
¿Cuándo se empezará con la
implementación de las decisiones?
•
¿A qué tipo de situaciones futuras
podría aplicarse lo aprendido hoy?
Por supuesto las preguntas son compiladas a modo
orientativo. Cada usuario podrá adaptarlas según la situación de uso, teniendo
en cuenta de respetar el “principio” rector de cada sigla en ORID.
Cómo y cuándo usarlo
Es recomendable no pasar por alto el impacto que
pueden tener las preguntas reflexivas sobre los sentimientos y las
emociones de las personas en el momento de tomar decisiones. Solemos sentirnos
más cómodos usando la lógica, y a menudo nos vemos tentados a pasar
directamente a los hechos para evitar lidiar con los sentimientos, ya que
percibimos que son más difíciles de cuantificar. Pero los sentimientos y las emociones son una parte importante de la toma de decisiones y cuando las
acciones las pasan por alto, a menudo no se logra una decisión o las consecuencias
se lamentan más tarde.
Básicamente, ORID es una gran
herramienta que se puede usar en conversaciones entre dos individuos o en
grupos. Puede resultar muy útil como estrategia para cerrar encuentros o talleres.
Esta herramienta ayuda a
los participantes a reflexionar sobre el tópico central desarrollado, y también
como un medio para impulsar la acción una vez que se finaliza pensando en cómo
continuar.
También puedes ser usado como un medio
para hacer una evaluación rápida de lo actuado y también para obtener
comentarios sobre cómo funcionaron las cosas en el equipo de proyecto.
Una estrategia muy productiva como efecto grupal, es ir compilando las
respuestas a las preguntas en un papelógrafo (o texto virtual si la
conversación ocurre a distancia) que permita resumir las respuestas y pueda ser
visualizado por los participantes. Este producto no solo permitirá ver un
resumen de lo actuado, sino que además dará cuenta de la “acción grupal”,
generándose a partir de estos objetos concretos un sentido de tiempo bien invertido
durante la conversación. Algo que no es menor para dejar los “espíritus” en
“modo” colaborativo para futuros encuentros, y regresar a casa con la
sensación de haber generado algo productivo.
Toma nota de estas preguntas, guárdalas
en tu maletín de herramientas de facilitador de procesos participativos
para el cambio y la innovación, y si las usas comparte tu experiencia en los
comentarios para que podamos aprender entre todos.
Espero que te guste y te sea de
utilidad SUERTE EN LA TAREA.
Bibliografía
El arte de la conversación enfocada. Brian Stanfield.
https://www.goodreads.com/en/book/show/345470.The_Art_of_Focused_Conversation
Talleres con Wow
https://workshopswithwow.com/2014/04/23/the-orid/
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
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