Extensión para extensionistas: 5 pasos para lograr acuerdos colaborativos

Por Adrián Gargicevich

La colaboración es una acción compleja para el común de las personas. Esto es así porque normalmente fuimos entrenados para defendernos solos, compitiendo. Para aprender a colaborar debemos primero reconocer nuestras motivaciones. Implica hacer un viaje de exploración a las urgencias que habitan en nuestro interior, para luego poder compartirlas y coordinarlas.

Dado que la colaboración no ocurre como resultado de una “fórmula”, sino como producto de un “ejercicio singular” en el que se unen las necesidades de los demás y las nuestras, requiere de método e introspección. Aquí dejo unos apuntes y un canva (lienzo) para reconocer los motivos básicos que te ayudarán a conectar para la colaboración.

Esta imagen está disponible electrónicamente mediante Genially para ser usada en reuniones, activando con un “clic” cada componente (+) para desplegar los conceptos. Si no puedes verla, te dejo el enlace para que lo hagas desde tu dispositivo. Para activar la imagen ingresa en 👉

https://view.genial.ly/65a98fb011fcd30015383c90/interactive-content-5-pasos-para-acuerdos-colaborativos

Propongo comenzar este aporte con una pregunta básica: ¿Se puede forzar la colaboración en grupos? Si bien, por experiencia seguro sabes la respuesta, no estará demás expresarla para aquellos adictos a la simplificación, LA RESPUESTA ES NO. La colaboración se gesta en la confianza, y nace de una visión compartida de lo que se desea lograr. Dos condiciones que son imposibles de imponer a las personas. La colaboración implica crear un lugar donde las personas queremos trabajar juntas.

La cooperación puede ser un paso previo a la colaboración cuando los procesos de acción compartida son impuestos para un grupo de trabajo. Cuando no somos nosotros los que decidimos con quién trabajar, sino que se nos impone esta condición, la cooperación suele ser una salida decorosa. Para evitar confusiones, es importante diferenciar la cooperación de la colaboración. En la siguiente tabla se propone un listado simplificado de condiciones y valores diferenciales que están implícitos en ambos procesos.

Adaptado de https://spencerauthor.com/can-you-force-collaboration/

Un grupo cooperativo puede pasar a ser colaborativo, si dispone de tiempo y energía para explorar las motivaciones de sus miembros, y si es capaz de cultivar un estado de interdependencia a partid de la coordinación de estas.

Los grupos cooperativos se parecen más a redes basadas en el respeto y las normas acordadas. Su accionar permite tanto la autonomía de los integrantes, como la interdependencia al compartir tareas. En contraposición, en un grupo colaborativo, sus integrantes comparten una visión común y cultivan valores similares. El respeto que se dispensan evoluciona en confianza y la transparencia del accionar puede ser su punto vulnerable.

Camino hacia la colaboración

Ahora bien, para ser capaces de liberarnos de las imposiciones de trabajo conjunto, y lograr la colaboración, necesitamos no solo de la intensión, sino también de algún “mapa” o “camino” para corrernos de los modos cooperativos, y encontrar nuevas formas de vernos e interactuar entre nosotros.

La propuesta del canva o lienzo que se acompaña como imagen interactiva en este post, es una opción de 5 pasos que puede ayudarte en ese movimiento. Encontrarás el enlace de acceso a Genially más arriba. Aprovéchalo cuando compartas estas ideas en tus grupos.

La propuesta es simple. Comenzando por el primero, debemos ir definiendo en el grupo o equipo las consignas que se proponen en cada paso hasta lograr el último. Sigue el orden numérico indicado y vuelve atrás para completar aquel paso que se perciba que no esté completo. Recuerda que una de las condiciones para diferenciar la Cooperación de la Colaboración es el tiempo. Dar el tiempo adecuado a la colaboración es una condición que se define de manera singular para cada grupo. Animo. Deja claro que los tiempos pueden no ser los esperados o predefinidos en nuestro imaginario.

Veamos ahora cada uno de los 5 pasos (puedes desplegarlos también usando Genially en tus presentaciones de trabajo conjunto)

1- Contexto

Este paso es para descubrir cómo es que cada uno ve el contexto en el que se desplegará la acción conjunta. En esta etapa el grupo debe poder compartir cada una de las visiones del contexto. Cada participante tiene una visión propia respecto de lo que significa el trabajo conjunto, el proyecto que los une, los modos de organizar la tarea. Por eso, este primer paso debe dar lugar a compartir cada visión al respecto. Cada integrante debe tener aquí la oportunidad de compartir su visión. Necesitaremos activar momentos y métodos adecuados para que ello ocurra. Lo que quede oculto, lo que no se diga, emergerá más tarde en una “forma” provocadora para el resultado.

2- Motivación

Este paso es central para compartir la forma en que cada participante, se siente vinculado con el propósito de cambio que se busca en conjunto. Implica entender cómo se vinculan las necesidades particulares que cada integrante tiene, y cómo serán satisfechas en este contexto de trabajo conjunto.

Ahora que compartimos la visión del contexto, corresponde que cada uno, comparta sus necesidades de cambio con los demás. Esto permitirá que se entienda mejor cuales son las motivaciones que definen la participación de cada integrante en el proceso. Este paso es esencial para entender cuales son las “energías” que movilizarán la acción.

Para lograrlo se requerirá cultivar un ambiente de confianza. Se pueden usar herramientas de inventarios de perfiles o de necesidades personales para ayudar con el proceso. Si las necesitas me escribes y te comparto algunas.

3- Impacto

Para entender y priorizar los componentes más significativos en el proceso que se emprende en conjunto, es esencial descubrir y definir de manera compartida el efecto o impacto a lograr sobre las personas destinatarias de la acción. Este paso permitirá entender como ordenar y priorizar las acciones.

Un impacto positivo en la vida de las personas se identifica en los “valores” que se crean, y se perciben, como producto de la tarea. Aquí necesitamos compartir las visiones de los integrantes sobre los impactos y necesidades que cubrirá la tarea conjunta. ¿Qué o cuáles serán los cambios que las personas percibirán por nuestro esfuerzo? Lograr este listado de posibles impactos, permitirá al grupo focalizar en aquellas acciones más importantes en el proceso.

Si lo necesitas, aquí te dejo un enlace a un texto que puede ayudarte a ordenar los procesos para orientarlos a los cambios resultados oefectos.

4- Colaboración

En este paso se trabaja sobre el descubrimiento de las necesidades de colaboración. Aquí se trata de entender, en este contexto, cómo podemos ayudar con las necesidades de los demás.

En el primer paso conocimos el entorno, en el segundo, las necesidades de cada uno de los otros. Y en el tercer paso definimos juntos el resultado o impacto que buscamos conseguir. Ahora, en el cuarto paso, debemos acordar los modos para colaborar que nos permitan, no solo lograr el impacto, sino también satisfacer las necesidades de cada uno. Debemos lograrlo sabiendo lo que cada uno ya ha expresado como su propio propósito de cambio, recordando lo que ya compartimos qué necesitamos del otro, y rememorando lo que ya escuchamos que necesitan los demás de mi para lograr el mejor impacto colaborativo.

En este paso se deberá recuperar y considerar cada una de las definiciones y condicionamientos definidos en los 3 anteriores. De manera de sinergizar la acción, sin dejar fuera los intereses de cada participante.

5- Herramientas.

El último paso implicará la co-creación de las herramientas colaborativas necesarias para cubrir las necesidades de cada uno.

Es el momento de debatir sobre cuáles son las herramientas necesarias para acompañar el logro de las necesidades individuales, y para ayudarnos a conseguir el impacto definido y buscado. Esto puede implicar detectar y dominar herramientas virtuales o herramientas colaborativas que nos permitan dirigir las interacciones de los propios integrantes y con los demás. Herramientas para facilitar la forma en que nos comunicamos, decidimos, acordamos y sostenemos nuestro accionar. Esta elección de herramientas colaborativas debe reemplazar las que, normalmente, son impuestas desde las viejas reglas del paradigma de la fuerza.

Sugerencias antes de activar los 5 pasos

Recordemos que, si se elige el camino de la colaboración, resultará útil tener presente y revisar recurrentemente los valores que la diferencian de la cooperación. En especial el tiempo que insumen, y aquellos valores que ponen en juego en el proceso las preferencias personales. Las variables subjetivas requieren una observación peculiar. Son esenciales para motorizar el cambio, pero son riesgosas de compartir y considerar, toda vez que pueden ser causa de malentendidos o desconexiones interpersonales.

Por cierto, el camino de la colaboración no está exento de fallas. Este camino puede impulsar a los grupos a aislarse. En especial si el grupo logra trabajar bien los 5 pasos, dado que, al hacerlo con una buena consideración mutua, suele pasar por alto la falta de miradas críticas o innovadoras sobre el proceso. También el camino de la colaboración suele ser emocionalmente agotador, dado que, al haber una buena conexión entre los participantes, y al conocerse mucho, cualquier conflicto que pueda surgir, tensionará los vínculos dada la carga afectiva que se cultiva.

Bibliografía consultada

Herramientas colaborativas. Acuerdo de operación colaborativa. https://www.radicalpurpose.org/

The Difference Between Cooperation and Collaboration. John Spencer https://spencerauthor.com/can-you-force-collaboration/

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