La
información y el conocimiento son los elementos esenciales para que las
innovaciones ocurran. Trabajan en pareja pero no son lo mismo. Si los
confundimos al momento de aprovecharlos, fracasaremos. Para propiciar cambios
actitudinales no solo hay que informar, también debemos abonar el “almacigo”
para que el conocimiento “germine”. ¿En que difieren? ¿Cómo podemos hacer para
que operen en sinergia?
La
primera tarea será tener claras las diferencias. La información se ve o se siente, puede ser codificada, es algo que
podemos traducir en palabras, letras o imágenes y que podemos intercambiar.
Como este texto que estás leyendo.
El conocimiento en cambio es una
construcción subjetiva, solo ocurre en cada uno de nosotros -los sujetos- y surge como producto de una tarea individual y propia. No se puede transmitir, cada
uno de nosotros lo debe generar. Se lo reconoce al observar las capacidades
conseguidas. Porque el conocimiento es eso: acción efectiva para el dominio de nuestra existencia.
Para no confundir información con conocimiento |
Son
tan diferentes que si te pones a pensar cómo preguntas para encontrarlos, verás
fácilmente la diferencia. Cuando preguntas por información normalmente dices:
¿Dónde está? ¿Dónde la encuentro? …o vas a Google directamente. Cuando
preguntas por conocimientos normalmente dices ¿Quién lo posee? ¿Quién lo puede aplicar?
Mientras una se busca entre los objetos,
el otro se encuentra entre los sujetos.
No
obstante te resulte simple y clara la diferencia, a la hora de diseñar
proyectos para propiciar cambios actitudinales, es fácil confundir información
con conocimiento. Si bien ambos son necesarios, y la primera pueda ser el
camino para llegar al segundo, la relación entre ellos no necesariamente es
lineal o directa.
Los
cambios actitudinales requieren de datos, pero por sobre todas las cosas, de práctica.
Para que operen en sinergia, es necesario estar atentos al vínculo que une la
información con el conocimiento. ¿A qué nos referimos? Debemos encontrar y
diseñar actividades que permitan a las persona ser capaces de transformar algo
codificado (dato, imagen, sentidos, etc), en algo propio de ellas. Algo que se
refleje en sus capacidades.
Será
necesario crear dispositivos específicos para que esto ocurra. Si solo piensas
en una presentación Power Point, o en mostrar algo a campo, te quedarás
“parado” en el terreno de la información. El conocimiento solo se genera cuando
se ingresa al “imperio” de las acciones. Se conocerá acerca de “algo” si ese
“algo” puede ser manipulado, aprovechado, usado en beneficio propio.
No
hay peor error conceptual y operativo en un proyectos, que pretender trabajar
para “difundir conocimientos”…Sin
embargo ¿no me digas que no lo escuchaste o leíste más de una vez? Lo grave no
es que se escriba, o se diga así de mal. Lo grave es intentar arrastrar esta semántica
equivocada, a la praxis en un proyecto. Cuando se intenta esto, el proyecto no
es efectivo, no cambia nada.
Diseñar
un proyecto de cambio de actitudes solo con acciones que quedan en el dominio
operativo de la información, no te asegurará que las capacidades cambien. Si te
propones generar nuevas capacidades o habilidades en los beneficiarios, el
diseño de tu proyecto debe necesariamente contener, práctica, manipulación,
dominio de las variables en juego. Debe contener actividades en conexión
directa con el “hacer”.
También
debemos considerar los cambios que actualmente nos imponen las nuevas
tecnologías de la información y comunicación. El poder de la información se está mudando, por lo tanto será necesario habilitar el intercambio
y potenciar las redes de información. No todo lo que necesites informar deberá
estar en tu proyecto.
Desde
el lado del conocimiento, deberemos recordar que el cambio ocurre cuando se equilibra el conocimiento codificado con el tácito. Lo nuevo surge cuando
combinamos las capacidades que obtenemos (nuevos conocimientos codificado por
el sujeto), con nuestros valores, experiencias y capacidades acumulados durante
nuestra vida (conocimiento tácito). Por lo tanto para poder ayudar a los
sujetos con los que cooperamos, habrá que tener en cuenta el componente tácito
que reside en ellos, para que generen sus
nuevos conocimientos.
Como
resultado de estas aclaraciones, el término “transferencia” solo puede ser
usado para referirnos a información, y no a conocimientos. Los conocimientos no
pueden ser transferidos de una persona a otra.
Si
eres un agente de cambio (docente, extensionista, promotor, gestor
organizacional, etc.), y deseas que este texto no quede solo en el dominio de
la “información”, te propongo una práctica de reflexión personal para apropiarte
de esta información como conocimiento.
Te guío con algunos puntos para practicar la reflexión:
1-
Recuerda una actividad que alguna vez te tocó organizar para cambiar capacidades
en un grupo de personas. Recuerda cómo era el entorno y las personas. ¿Cuántos
participaron? Anótalo.
2- Recuerda
y anota ¿Qué aspectos se proponían cambiar en los participantes con esa actividad?
3-
Registra los pasos que diste en el proceso. Cómo lo organizaste, cuáles fueron
los momentos, cuáles fueron las actividades realizadas en cada momento.
Anótalas.
4-
Clasifica las acciones que desarrollaste en cada momento según pertenezcan al
ámbito de la “información” o del “conocimiento”. Realiza una lista para cada
grupo. Cuenta las cantidades en ambas columnas: ¿Cómo queda el balance?
5-
Revisa los resultados. ¿Cuántos de los participantes de la actividad consideras
que operan con el cambio propuesto?
6- Siendo
honesto contigo mismo, y considerando que los cambios siempre están afectados
por atribuciones (positivas o negativas) externas a la actividad. ¿Cuál es tu
conclusión acerca de la efectividad de lo desarrollado? ¿Qué cambios puedes
atribuir a las actividades “informativas” y a las de generación de “conocimientos”?
Espero
te entusiasme la idea de hacer esta reflexión, y la compartas debajo en los
comentarios con tus reflexiones y aprendizajes.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.
Como siempre, leo tu blog donde publicas sobre temas muy interesantes. Convengo en que es el conocimiento es una construcción subjetiva y se convierte en tal cuando le damos aplicación en función a nuestras capacidades. Resalto el punto en el cual señalas el error de decir o pretender "difundir conocimientos" lo cual me parece una pretensión. Señalo si que si que considero que la ruta para que el conocimiento (cualquiera que sea) sea tal parte de una experiencia práctica observada y en algunos casos validada. Por ejemplo cuando los campesinos de los andes peruanos hacen rotación y asociación de cultivos como estrategia de sobrevivencia frente al riesgo climático y la exclusión económica (algo un tanto mas reciente). Esto ha sido investigado ya por la academia e incluso hay propuestas de mejora el quiebre viene en la devolución de la mejora, hay un quiebre en el diálogo intercultural. ¿Información o conocimiento campesino?, probablemente fue parte de la tradición o información oral que se convirtió en conocimiento cuando cada quien lo aplicó lo desarrolló en función de sus necesidades e incluso evolucionó.Un abrazo hasta Rosario.
ResponderEliminarGracias Gustavo por tus comentarios desde Perú. Seguimos EN-RED-ANDONOS!
EliminarEn verdad no me aparecio lo que queria yo buscaba porque no hay que confundirlas y me dan la diferencias entre ellas
ResponderEliminarHola no se si comprendo bien tu comentario. Entiendo que necesitas quieres saber ¿Por qué es importante diferenciarlos? Si esta es tu demanda comento lo reiteramos aquí: Los cambios actitudinales requieren de datos, pero por sobre todas las cosas, de práctica. Para que operen en sinergia, es necesario estar atentos al vínculo que une la información con el conocimiento. ¿A qué nos referimos? Debemos encontrar y diseñar actividades que permitan a las persona ser capaces de transformar algo codificado (dato, imagen, sentidos, etc), en algo propio de ellas. Algo que se refleje en sus capacidades.
ResponderEliminarSerá necesario crear dispositivos específicos para que esto ocurra. Si solo piensas en una presentación Power Point, o en mostrar algo a campo, te quedarás “parado” en el terreno de la información. El conocimiento solo se genera cuando se ingresa al “imperio” de las acciones. Se conocerá acerca de “algo” si ese “algo” puede ser manipulado, aprovechado, usado en beneficio propio.
Diseñar un proyecto de cambio de actitudes solo con acciones que quedan en el dominio operativo de la información, no te asegurará que las capacidades cambien. Si te propones generar nuevas capacidades o habilidades en los beneficiarios, el diseño de tu proyecto debe necesariamente contener, práctica, manipulación, dominio de las variables en juego. Debe contener actividades en conexión directa con el “hacer”.
Por esto es importante "dominar" las diferencia.
Espero haber entendido tu consulta.
Gracias por el comentario que permite mayores aclaraciones
Seguimos EN-RED-ANDONOS.
Al leer este artículo, sobre información y conocimiento, me resulta tan clara la diferencia que me lleva a pensar y repensar mis acciones en la extensión rural. Te comento una experiencia que realicé con respecto al cambio de uso de la pala a la laya para el laboreo de tablones o canteros en la huerta familiar, tuve éxito en aquellos que realizaron la labor en sus huertas, cuando les presté o regalé la herramienta. No alcanzaba con verla y hacer la práctica en la reunión para motivar el cambio. Aún me queda mucho por hacer!! y crear nuevos caminos para que los huerteros usen la laya. Gracias Adrian!!
ResponderEliminarQué bueno! gracias por el comentario. Muy claro el ejemplo de la "laya" que corrobora la idea de que conocimiento es "acción efectiva". Suerte con esos "caminos" que vas a crear!
EliminarMuy bueno el artículo Adrián!
ResponderEliminarSoy Ailin y respondiendo a las preguntas, recuerdo un taller de aromáticas, en el que participaron alrededor de 25 personas en San Javier, las participantes se proponían aprender a multiplicar aromáticas.
Había 2 momentos, uno con una presentación Power Point (de información) y otro práctico en el que manipulaban cada uno una planta, cortaban con herramienta específica, de una cierta forma, tamaño y luego colocaban en envase con sustrato particular (generación de conocimiento).
Las acciones desarrolladas en el ámbito de la información superaron a las desarrolladas para el conocimiento.
Concluyo que debería dedicar más tiempo a la práctica, mayor tiempo a indagar ¿Cómo lo hacían antes?
Que bueno Ailin! Dedicar más tiempo a la práctica es central cuando se desarrollan actividades para mejorar las habilidades manuales. Gracias por el ejemplo.
ResponderEliminar